¿Qué hacemos?

Nos dedicamos a cuidar a los enfermos “con el amor de una Madre para con su único hijo enfermo”, curando el cuerpo para salvar el alma, poniendo en práctica las obras de Misericordia espirituales y corporales, tal como lo hizo San Camilo y nuestros Beatos fundadores.
Cuidamos de ellos en hospitales, clínicas, residencias de ancianos y personas con capacidades diferentes como así también en otros sectores sociales marginados.
Estamos presentes en África, América, Asia y Europa… llegando a todos aquellos que sufren tanto física como espiritualmente, en especial los más desprotegidos, los pobres, los enfermos y los ancianos como así también brindando contención a sus familiares.
Respondiendo a las necesidades actuales, con un testimonio coherente y activo de las enseñanzas de la iglesia, al servicio de los valores que dignifican y promocionan a la persona.